Marketing gastronómico ejemplo caso de éxito: Pigasus. El marketing gastronómico, cuando se aplica con estrategia y visión a largo plazo, puede ser el punto de inflexión que transforma un negocio local en una marca reconocida. El caso de éxito de Pigasus es una muestra clara de cómo la combinación entre planificación, control operativo y coherencia de marca puede llevar a un restaurante a alcanzar nuevos niveles de eficiencia y rentabilidad.
En este proyecto, se diseñó un plan de acompañamiento integral que abarcó desde la revisión de los procesos internos hasta la optimización de la gestión del personal, la estandarización de productos y la creación de una estructura sólida para el crecimiento. Gracias a ello, Pigasus logró evolucionar de una gestión operativa tradicional hacia un modelo moderno, sostenible y escalable, capaz de mantener la misma calidad y experiencia en todos sus puntos de venta.
El trabajo se centró en fortalecer tres pilares esenciales:
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La organización interna y la comunicación entre áreas, evitando la duplicación de tareas y mejorando la eficiencia del equipo.
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La estandarización de recetas y procedimientos, lo que permitió ofrecer el mismo sabor, presentación y calidad en cada plato, sin importar la ubicación del local.
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La gestión del rendimiento y los costos, implementando herramientas de análisis que permitieron tomar decisiones informadas y aumentar la rentabilidad de cada operación.
De esta forma, Pigasus pasó de una expansión espontánea a una expansión planificada, controlada y coherente con su identidad de marca.
Situación Inicial: Retos de Expansión y Estandarización
Pigasus, en pleno proceso de crecimiento, se enfrentaba a un momento decisivo: su marca era reconocida y sus productos gozaban de gran aceptación, pero el ritmo de expansión comenzaba a poner a prueba la estructura interna del negocio. Cada nuevo punto de venta traía consigo desafíos logísticos, operativos y humanos que podían afectar la consistencia de la experiencia ofrecida a los clientes.
La dirección del restaurante comprendió que crecer sin un modelo organizativo sólido podría comprometer la calidad y la reputación construida con tanto esfuerzo. Mantener la coherencia en la atención, los estándares de higiene, la preparación de los productos y la cultura del equipo se convirtió en una prioridad absoluta.
Además, al ampliar su presencia en distintos sectores de la ciudad, surgieron otros retos clave:
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Coordinar equipos de trabajo en diferentes sedes con metodologías unificadas.
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Asegurar el cumplimiento de normas sanitarias y controles de calidad en cada punto.
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Evitar la pérdida de identidad gastronómica, garantizando que cada cliente, sin importar la ubicación, viviera la misma experiencia “Pigasus”.
Con esta visión, la marca decidió buscar apoyo especializado en gestión gastronómica y expansión de restaurantes, entendiendo que el crecimiento debía ir de la mano de la planificación estratégica, la estandarización y la formación del personal.
A partir de ese punto, comenzó un proceso de transformación profunda: se revisaron los procesos operativos, se crearon herramientas de control interno, se formó al equipo en cultura de servicio y se implementaron indicadores de rendimiento que permitieron medir, ajustar y mejorar cada aspecto del negocio.
Gracias a este trabajo, Pigasus no solo creció en número de locales, sino que fortaleció su base organizacional, consolidándose como una marca sólida, coherente y con una proyección clara hacia el futuro.





