El conocimiento y entendimiento para ser un iluminado

Después de mi continuo aprendizaje, he llegado a comprender que toda dolencia tiene un origen espiritual y se manifiesta a través de los cuerpos sutiles, como el cuerpo energético. Así como en nuestras emociones y pensamientos, hasta hacerse patente, finalmente, en el cuerpo físico. Desde esta perspectiva, cualquier desafío físico o emocional se convierte en una oportunidad para iniciar y renacer espiritualmente bajo una nueva identidad. Si dejamos pasar esta oportunidad, podríamos recibir un segundo toque de atención mediante una dolencia aún más grave.

En este artículo, que será el primero de muchos, descubrirás que la mejor forma de afrontar los problemas, ya sean físicos o emocionales, consiste en pasar por una iniciación sagrada con la que des muerte a tu viejo yo, renazcas y te ilumines. La iluminación no es algo que vayas a alcanzar a largo plazo, tras años sentado en un cojín de meditación, o que te vaya a zarandear de repente, mientras meditas. La mayoría de los iluminados consideran estas ideas simples fantasías religiosas o un modo de aplazar a un futuro lejano algo que puede obtenerse en este mismo instante.

En busca del conocimiento y entendimiento para ser un iluminado

La iluminación trasciende la simple comprensión de la naturaleza del bien y del mal, o su existencia en un plano metafísico. Para los chamanes y otros iluminados, es más bien una sucesión de despertares. Los cuales se experimentan repetidamente a lo largo de la vida. Estos momentos de iluminación no son eventos aislados, sino parte de un continuo viaje de crecimiento personal. Y es comparable a una escalera en la que cada peldaño, cada iluminación previa, es esencial para ascender. A medida que avanzamos, no dejamos atrás nuestros conocimientos anteriores; los integramos y los utilizamos como plataforma para alcanzar nuevas alturas de comprensión y sabiduría.

Por otro lado, la iluminación tampoco se limita a comprender la naturaleza del bien y del mal, o su existencia en un nivel metafísico. Las personas de alta vibración consideran la iluminación como una serie de despertares que se dan una y otra vez a lo largo de la vida. Las muchas iluminaciones que se pueden alcanzar, en realidad, forman parte de un viaje de crecimiento personal que podríamos comparar con una escalera en la que no prescindimos de los peldaños inferiores (o iluminaciones previas) mientras vamos subiendo por ella. Avanzamos y, a la vez, incluimos; superamos los niveles iniciales de conocimiento y los sumamos a un conjunto integrado.

El camino hacia la iluminación Descubriendo la senda interior

La iluminación te lleva a comprender la esencia de tu viaje vital, liberándote del sufrimiento emocional y otorgándote una perspectiva consciente de la realidad. A medida que avanzas en tu camino, no sólo puedes experimentar sanación a nivel emocional y físico, sino que, al igual que las personas con una alta vibración, también puedes desarrollar la capacidad de sanar a otros. Interpretando las señales del destino en la naturaleza y afrontar la muerte sin temor alguno. Para aquellos con una alta vibración, la iluminación va más allá de ser un simple estado interior de conciencia. No basta con aislarse en una cueva como un anacoreta y contemplar la maravillosa luz que irradias; debes compartir tus dones con el mundo a través de siete virtudes esenciales, como la compasión, la valentía y la humildad, tan necesarias en la época actual.

En mi experiencia, en las sociedades post chamánicas, la iluminación ha sido denominada de muchas formas, como samadhi o incluso «éxtasis», y resulta fascinante notar su paralelo con el concepto cristiano de la «gracia». Durante mucho tiempo, se nos ha enseñado que la gracia solo puede ser otorgada por Dios, como en la conversión de san Pablo en su camino a Damasco, o cuando el profeta Mahoma recibió el Corán de manos del arcángel Gabriel.

El conocimiento y entendimiento para ser un iluminado – Explorando los senderos de la iluminación

Sin embargo. ¿Es realmente la gracia algo inalcanzable mediante esfuerzo propio? Los laika, desde hace tiempo, intuyeron lo que los investigadores en neurociencia están descubriendo ahora: la iluminación es una capacidad innata del cerebro, no un simple don conferido por una entidad superior. Aunque la posibilidad de que el Espíritu nos transmita la verdad y el conocimiento directamente a través de misteriosos medios siempre ha estado presente. Sin embargo, los laika descubrieron que la iluminación puede alcanzarse mediante la superación de las siete iniciaciones a los misterios de la vida.

Explorando los senderos de la iluminación las siete etapas vitales

Cada uno de nosotros, como seres humanos, atravesamos siete etapas vitales:

• nacimiento
• exploración de nuestra identidad masculina o femenina
• el primer amor
• el compromiso del matrimonio
• la experiencia de la paternidad o maternidad
• la adquisición de sabiduría
• la muerte.

Para mí, estas etapas son mucho más que simples acontecimientos; las veo como iniciaciones profundamente transformadoras.

Para abrazar verdaderamente estas etapas como ritos de paso, debemos confrontar nuestros propios demonios internos. Y encontrar la conexión con la Creación y comprender nuestro papel en el servicio a la vida. En mi experiencia, cualquier cosa que no sea la iluminación no puede considerarse una sanación completa. Los curanderos chamánicos con quienes he tenido el privilegio de aprender, gracias a Youtube, no hacen distinción entre enfermedades. Ya sea el cáncer, la diabetes o las enfermedades cardíacas. Para ellos, todas estas dolencias, y muchas otras, son simplemente síntomas de una enfermedad espiritual más profunda: la pérdida del sagrado sentido de unidad con el universo y la negación de nuestro papel activo en la Creación.

El conocimiento y entendimiento para ser un iluminado – Las etapas vitales como senderos hacia la iluminación

Un Iluminado considera que morir por un jaguar no es diferente a hacerlo por un microbio, mientras que para un occidental, morir por un microbio es una enfermedad y que te mate un jaguar es un accidente, simple mala suerte. Yo entiendo que debo mantener una relación sagrada tanto con los jaguares como con los microbios, o ambos me considerarán un buen bocado. También comprendo que debo darle forma al mundo con mis sueños, participando activamente en la Creación, o de lo contrario, viviré inmerso en la pesadilla de la historia y me conformaré con un mundo imaginado por otras personas.

Las religiones han descrito la iluminación como algo casi imposible de alcanzar para un ser humano corriente. Sin embargo, yo, considero que quien esté dispuesto a embarcarse con valentía en su viaje de iniciación puede lograrla. Aunque los mapas para este territorio ya han sido trazados por los grandes maestros, como Cristo y Buda, sé que debo estar dispuesto a seguir el sendero de la iniciación por mí mismo. Como lo hicieron ellos en su momento.

Entonces, me convierto en un auténtico explorador y pionero, liberándome de mi herencia genética y psicológica, de esos rasgos que me predisponen a vivir y morir de una forma concreta. Es entonces cuando puedo empezar a darle forma a una vida genuina y saludable, y crear un nuevo cuerpo que envejezca, sane y muera con gracia. He alcanzado la iluminación.

¿Están programados nuestros cerebros para la iluminación?

El viaje evolutivo de la materia a la mente, al alma y al Espíritu (cada paso que «supera e incorpora» el peldaño inferior) me hace creer que la iluminación podría ser una fuerte guía innata de la naturaleza. Es una manifestación del infinito y una búsqueda solitaria del Paraíso. A la que se unen cada vez más personas, hasta que toda la humanidad descubra su naturaleza sin límites. Tal vez sea esta la materia de la que están hechos los sueños.

El bando científico, dice que la materia surgió de la nada durante el Big Bang. Y que la vida se abre paso, sin luz ni sonido, hacia una fría muerte al final del tiempo. Durante muchos años he creído que la explicación dada por el materialismo científico era la única posible. Sin embargo, tras mi propia iniciación y después de haber probado un poco del infinito, he descubierto que prefiero la compañía de los visionarios, esos hombres y mujeres que saben que su destino es soñar el mundo para crearlo.