Nuestro ego a menudo busca el camino más fácil, llevándonos a condenar y negar a aquellos que representan una sabiduría superior, como el iluminado. Cuando estas figuras fallecen, nos sentimos culpables y los veneramos. Esta veneración surge de nuestra propia culpabilidad, ya que inicialmente denunciamos su sabiduría, pero en lo más profundo sabemos que hay algo especial en ellos. Sin embargo, nos resistimos a aceptarlo, ya que eso implicaría reconocer nuestro propio fracaso. A pesar de nuestras dudas, persistimos en nuestra condena.
Cuando esa persona fallece, nos quedamos solo con su recuerdo, y si no habíamos aceptado su grandeza en vida, entonces nos asalta la culpabilidad. Sentimos que fallamos, que perdimos la oportunidad de reconocer su valor. Entonces, para compensar esta culpa, recurrimos al culto. Por eso es más común venerar a los maestros fallecidos; no por comprensión, sino por remordimiento.
Imagina que tu padre está vivo y no le muestras respeto ni cariño. Has tenido conflictos con él y lo has deshonrado de diversas maneras. Pero cuando muere, sientes remordimiento. Entonces, cada año realizas rituales en su honor, como el shraddha, y celebras una fiesta para recordarlo. Colocas su foto en casa y le ofreces flores, todo como un acto de expiación por no haber valorado su presencia en vida.
Qué es la iluminación espiritual – Descubriendo la Verdad
Cuando tu padre estaba vivo, nunca le mostraste ese afecto y respeto que ahora sientes que deberías haberle dado. Ahora que ha fallecido, te invade un profundo sentimiento de culpa por no haber sido un hijo mejor. Te das cuenta de que has perdido la oportunidad de expresar tu amor y cumplir con tu deber filial. Sin embargo, ya no puedes pedirle perdón ni enmendar tus errores. En su lugar, honrar su memoria colocando flores y mostrando respeto, aunque nunca lo hayas hecho mientras él estaba vivo.
Aunque, si realmente le hubieras querido, o si le hubieras respetado de verdad, no tendrías remordimiento ni culpa. Serías capaz de recordarle sin culpa, y ese recuerdo tendría una belleza. Ese recuerdo es otra cosa, cuenta con una cualidad distinta. La diferencia es tremenda. De hecho, te habrías sentido colmado.
Cuando alguien importante para ti fallece, el dolor que experimentas no proviene tanto de la pérdida, sino más bien de la culpa que sientes. Si realmente hubieras amado a esa persona, tu tristeza sería genuina pero sin ese peso de la culpa. Recordarías a esa persona con cariño y respeto, sin necesidad de expresar tu dolor de manera exagerada. Es un contraste con lo que sucede cuando alguien como un iluminado fallece: mientras estuvo vivo, muchos no lo reconocieron, pero una vez que muere, suelen venerarlo, sintiéndose culpables por no haberlo apreciado en vida.
Qué es la iluminación espiritual – La Búsqueda del Ser
La crucifixión de Jesús pone de relieve la naturaleza voluble de las lealtades humanas. A pesar de sus enseñanzas y milagros, cuando llegó el momento de la adversidad, sus seguidores lo abandonaron. El episodio del discípulo que lo negó tres veces antes de que cantara el gallo resalta la presión social y el miedo a la persecución. Esta narrativa no solo se interpreta como un evento histórico, sino también como una metáfora poderosa de las luchas internas y externas que enfrentan aquellos que se atreven a desafiar las normas establecidas y buscar la verdad más allá de las convenciones sociales.
La expansión del cristianismo a lo largo de la historia ha llevado a reflexiones sobre el significado de la crucifixión de Jesús. Algunos ven en la propagación del cristianismo una manifestación de una profunda culpa colectiva, considerando que la muerte de Jesús en la cruz dio origen a esta fe. La adopción de la cruz como símbolo central del cristianismo refuerza esta idea. Esta interpretación, a veces satirizada como «cruz-tianismo», sugiere que la culpa inherente al evento de la crucifixión lleva a la veneración de Jesús como una forma de compensación por esa culpabilidad percibida.
Qué es la iluminación espiritual – Alcanzando la Plenitud
Cuando un maestro está vivo, su veneración surge del amor sincero y no del deseo de exhibicionismo. Es un sentimiento auténtico que brota del corazón. Sin embargo, cuando el maestro fallece y previamente lo has negado, entonces comienzas a venerarlo. Esta veneración adquiere un matiz de fanatismo y exhibicionismo, motivado por el deseo de demostrar algo, quizás frente a tus propias actitudes previas de negación. Es un cambio radical: de negar al maestro, pasa a ser venerado, especialmente cuando lega sus posesiones, convirtiéndose así en tu herencia. Sin embargo, la raíz del comportamiento, ya sea condenatorio o venerador, sigue siendo la misma: la preservación del ego.
A veces, cuando alguien menciona que cierta persona se ha iluminado o ha alcanzado la sabiduría, podemos ser escépticos. Decimos cosas como: «Lo conozco desde hace mucho. La iluminación no sucede de la noche a la mañana. Es un proceso largo y difícil». O buscamos detalles irrelevantes para justificar nuestra duda.
Un iluminado solía ilustrar este punto con una historia: «Imagina a dos vecinos. Uno le dice al otro: ‘¿Has oído sobre nuestro vecino? Ahora es una persona muy virtuosa’. El otro responde: ‘¿Cómo es posible? Lo conozco desde hace años. Si hubiera cambiado, lo sabría. Es una farsa'». Aceptar la sabiduría de otro implica reconocer nuestra propia ignorancia, y eso puede ser difícil de aceptar. Es más sobre cómo nos afecta personalmente que sobre la realidad de la sabiduría del otro.
Qué es la iluminación espiritual – El Despertar del Alma
Cuando reconoces la belleza de alguien, a veces lo haces con renuencia. Por ejemplo, si mencionas a una mujer atractiva a otra mujer, es probable que ella se muestre reticente a aceptarlo y tal vez incluso comience a criticarla de inmediato. Porque al aceptar que la otra mujer es hermosa, implica reconocer que ella tal vez no lo sea tanto en comparación. El ego se alimenta de estas comparaciones.
En una historia del zen, se cuenta sobre un hombre que era un flautista excepcional. Alguien elogió su habilidad en la cafetería, pero otro comenzó a denigrarlo, diciendo que era un mentiroso y un ladrón, insinuando que no podía ser un buen músico. Sin embargo, no hay contradicción en esto; uno puede ser un mentiroso o un ladrón y, al mismo tiempo, tener habilidades musicales excepcionales. Pero el que critica insiste en su punto de vista sin considerar otras posibilidades, mientras que aquellos que lo defienden quedan silenciados por el fervor de la denuncia.
Al día siguiente, la misma persona comentó a otro: «Ese tipo es un ladrón». Pero el segundo interlocutor respondió: «¿Cómo puede ser un ladrón? Si toca la flauta tan bien…». No hay contradicción aquí tampoco, pero la segunda persona tiene una perspectiva diferente. Está abierta a considerar más allá de las apariencias. Dice: «¿Cómo puede ser un ladrón? Conozco su talento musical. Alguien tan talentoso no podría ser un ladrón. ¡No lo creo!». Si ese individuo es o no un ladrón no es el punto, pero estas dos reacciones determinarán mucho para ambas personas.
La iluminación es bondad y amor
Cuando alguien dice: «Es una buena persona», observa cómo no comienza a criticarla ni a menospreciarla. Porque al condenar la bondad, estás condenando tu propio potencial futuro. Si continúas despreciando la bondad y la sabiduría, nunca alcanzarás la bondad ni la sabiduría, ya que no permitirás que eso suceda en tu vida. Te estarás cerrando a ello. Incluso si esa persona no es realmente buena o sabia, no está mal aceptarlo. ¿Qué tienes que perder?
Aceptar que esa persona puede ser buena y sabia te ayudará a serlo tú también. Tus oportunidades se amplían y dejas de limitarte. Si esa persona puede llegar a ser buena y sabia, ¿por qué no tú? Si crees que esa persona es normal y corriente, no la condenas. Simplemente siéntete feliz, acepta la buena noticia: «Esa persona común se ha transformado en sabia, entonces yo también puedo transformarme en sabio porque también soy común». ¿Por qué convertirlo en algo negativo?
Qué es la iluminación espiritual – Cómo iluminar mi camino
Si hoy te sientes infeliz, es porque las semillas que sembraste en el pasado han brotado. Esas semillas podrían haber sido plantadas en esta vida o en otra anterior, en algún momento y lugar. Tu situación actual es simplemente el resultado de tu pasado acumulado; todo lo que has experimentado se refleja en tu presente. Y lo que seas mañana será el fruto de tus acciones hoy.
Aunque el pasado no se pueda cambiar, aún puedes influir significativamente en el futuro.
Cambiar tu futuro implica transformarlo todo. Comenzar a cambiar tu forma de vida, a ser más consciente y a comprender las leyes fundamentales de la vida, como la ley del karma: cosechas lo que siembras. No lo olvides, porque el olvido de esta verdad ha causado mucha infelicidad. Recuerda siempre esta ley y deja atrás los viejos hábitos y reacciones automáticas. Sé más consciente, ya que incluso un poco de consciencia puede generar grandes cambios.
Iluminar y elevar nuestra consciencia
Si comienzas a ser consciente, aunque sea en pequeña medida, no debes preocuparte; con el tiempo verás que las demás imágenes mentales desaparecen, dejando solo la consciencia. El término «Iluminado» representa precisamente esa consciencia, ya que la palabra misma significa «consciencia». Si verdaderamente deseas experimentar la felicidad y la alegría duradera, si estás cansado de las dificultades por las que has pasado, entonces debes llevar la consciencia a tus reacciones y empezar a confiar en lo bueno. Cómo puedes leer, el término iluminado hacer referencia a dar luz a nuestra conciencia, guiarla por el camino adecuado.
En algunos idiomas, hay una expresión que dice: «Demasiado bueno para ser cierto». Esta expresión es muy peligrosa. ¿Demasiado bueno para ser cierto? Eso implica que si algo es demasiado bueno, desconfías de ello; ¿no puede ser verdad? Cambiémosla y digamos lo siguiente: «Demasiado bueno para no ser cierto». Cree en la bondad, cree en la luz, cree en una realidad superior, porque todo en lo que crees se convierte en una puerta abierta para ti. Si no crees que es posible que exista un ser superior a ti, entonces estás limitando todas las posibilidades de crecimiento.
Confiar en un Buda, un Mahavira, un Jesús o un Zaratustra no es más que abrirte a la idea de que hay seres superiores a ti que han caminado y vivido en esta tierra. No es imposible ser un Buda. Solo piensa en ello y un rayo de luz iluminará tu ser, comenzando a transformarte y a cambiar toda tu química, y llegar a ser un iluminado.
Conclusión de qué es la iluminación espiritual y cómo alcanzarla
Las religiones insisten en la confianza, en la fe, no por superstición ni creencias teológicas, sino como una apertura del corazón. Si no crees en algo, es probable que ni siquiera lo reconozcas cuando lo encuentres. Solo vemos lo que buscamos. Tener fe y confianza significa creer en la posibilidad de una realidad superior, en el crecimiento personal. Creer en figuras como Jesús o Buda es creer en nuestro propio potencial de crecimiento. En tiempos pasados, la idea de un potencial ilimitado permitía a la gente imaginar un futuro diferente y emocionante. Hoy, atrapados en la rutina y el materialismo, muchos se sienten aburridos y sin sentido.
Sin embargo, si comienzas a cambiar tu manera de vivir, a ser más consciente y a comprender las leyes de la vida, puedes abrir nuevas puertas hacia un futuro más prometedor.
El pasado no se puede cambiar, pero podemos influir en nuestro futuro. Cada acción que realizamos es como una semilla que plantamos, y con el tiempo, estas semillas darán frutos. Si seguimos la ley, nos recompensaremos; si no la seguimos, sufrimos las consecuencias. Esta ley es impersonal, no una deidad a la que rezar para ser salvados de nuestras acciones erróneas. Entender esto nos hace responsables de nuestra propia felicidad y nos libera de la necesidad de culpar a otros o a un ser divino por nuestros problemas.